Tenía muchísimas ganas de que me encargaran una tarta como ésta. Había hecho coches, bolsos,... pero no un barco, y por fin llegó la ocasión. Para ponérmelo más "fácil", en lugar de uno me encargaron dos, jeje.
Empecé a darle vueltas al proyecto por lo menos una semana antes, para que llegado el momento fallaran las menos cosas posibles. Hay que estudiar muy bien las proporciones si se quiere tener un barco en condiciones, y los detalles que lleva son muchísimos. Doce cañones, timón, cuerdas, barriles, farolillos, un cofre del tesoro,... y hasta una isla para Wendy, además del correspondiente mástil y velas, claro. La base la cubrí mezclando fondant blanco y azul hasta quedar marmolado, sin llegar a juntarse los colores, para hacer efecto de las olas y la espuma.
La primera tarta era de bizcocho de chocolate con crema de galletas oreo, y para la segunda optamos por un bizcocho de chocolate suave, y una "ligera" crema de queso.
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